jueves, 4 de enero de 2007

PROYECTOS DE REPOBLACIÓN EN LOS CERROS. EL PARQUE NATURAL DE ALCALÁ EN PELIGRO

REPOBLACIONES EN LOS CERROS

Respecto al proyecto de Repoblación Forestal de 49 hectáreas que pretende recuperar aquellas zonas “desprovistas de vegetación” existentes en los Cerros se trata, en la mayor parte, de campos de cultivo abandonados más o menos llanos y que siguen su evolución natural de colonización por especies vegetales, estando en muchos casos ya presentes matorrales propios de los ecosistemas del parque.

De las especies a emplear destacan, de entre todas, los pinos que también fueron utilizados en la primera repoblación. La densidad de plantación, sobre todo de los pinos, es en algunos casos desproporcionada, y no contempla ni valora la existencia de matorrales autóctonos, realmente, densos e importantes para estos ecosistemas, como los retamares, espartales y albardinares.

Además muchas de las especies vegetales a emplear no son autóctonas del lugar dando idea de que más que una restauración con criterios ecológicos, lo que se pretende es crear un jardín: Pinus pinea, Pinus halepensis (pese a que ya está introducida por una política de repoblación anterior), Prunus avium; Ulmus pumila, Spartium junceum, Populus sp, Nerium oleander, Citysus scoparius, Arbutus unedo,…etc., las cuales no se corresponden con su hábitat natural ni con sus requerimientos o necesidades ambientales, ya sea por condiciones edáficas (especies de suelos ácidos o de texturas arenosas, permeabilidad, etc.), o bien por condiciones climáticas (temperaturas, continentalidad, humedad, etc). Respecto al Pino piñonero (Pinus pinea), normalmente se reforesta en zonas arenosas y no acepta bien suelos arcillosos por tanto, no es típico de este ecosistema. Otra especie fuera de lugar es el madroño, especie que aunque puede establecerse en suelos calizos requiere de zonas de umbría o bien de humedad para sobrevivir, lo que está en contraposición con las características del lugar.

Hoy día las áreas de pinar existentes no solamente no se regeneran de forma natural, sino que además están al límite de su supervivencia (comparando los ejemplares con otros de su misma edad ubicados en ambientes más idóneos).Por otro lado, las plantaciones realizadas hasta ahora, al no estar sometidas a EIA, no han tenido en cuenta los criterios de valoración del paisaje, lo que conlleva que dentro de unos años no pueda presenciarse desde Los Cerros la ciudad de Alcalá. El objetivo no es crear un nuevo Viso sino en respetar la vegetación existente, singular, típica de ambientes salinos, yesosos y arcillosos y mantener el paisaje de cerros y barrancas allí donde todavía existen.

Tan sólo se ha observado regeneración natural en aquellas especies propias del parque natural: encinas, coscojas, esparto, albardín, retamas, y en las vaguadas el taray. No es recomendable la utilización de especies de ribera, como los chopos, para estas vaguadas.

Por lo que antecede, sería conveniente redactar lo antes posible un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales para así desarrollar, una vez sea declarado espacio protegido, un Plan Rector de Uso y Gestión del Monte que tenga en cuenta todos los criterios ambientales necesarios para la sostenibilidad de la biodiversidad y el mantenimiento del paisaje característico de los cerros.

1 comentario:

Tirso dijo...

Estoy de acuerdo en que la repoblación del parque natural se debe hacer con especies autóctonas, y en muchos casos simplemente permitir la recolonización natural. Utilizar especies foráneas y de rápido crecimiento sólo causarán alteración del habitat actual y puede tener consecuencias imprevistas.
El parque de los Cerros es patrimonio de todos. Debe facilitarse a todos su uso, porque sólo eso permitirá que la ciudadanía valore el tesoro que supone ese espacio natural al lado de Alcalá. Concienciar sobre su existencia evitará que algún día alguien quiera construir unos adosados allí, que es lo que parece que es la tendencia actual. Eso sí, todos debemos usarlo de forma racional y con respeto, tanto senderistas como ciclistas y, a ser posible dejarlo un poco más limpio que cuando fuímos. Si todos recogemos la basura que vemos y luego la tiramos al contenedor habremos contribuido a mejorar un poco nuestra naturaleza.